sábado, abril 01, 2006

Sábado...

Anoche, entre dormida y despierta, comencé a sentirme desesperada por mi nueva situación del pié enyesado... me levanté, fuí a la cocina por unas tijeras y corté todo el vendaje de arriba a abajo para luego quitármelo... mi pié se ve hinchado y con un gran morete al lado del tobillo... luego sentí un poco de dolor ante ciertos movimientos y atiné a moverlo lo menos posible y me dormí nuevamente...
Esta mañana sentía la necesidad de contar a las personas cercanas lo que había hecho... hasta que me dí cuenta de que las respuestas no vendrían de afuera...

Me quedé conmigo y me pregunté a mí misma qué me desesperó más de estar con mi pié inmovilizado y, por lo tanto, con mi capacidad de acción más limitada... la respuesta fué más que sencilla. Mi pié estaba representando en lo que se ha ido convirtiendo mi vida... un gran silencio... ver la vida pasar mientras estoy aparte, encerrada dentro de otra película que va en cámara lenta.

¿Que si permito que el miedo me paralice? Sí, Javier... la respuesta a tu pregunta, es afirmativa.

Me he creado un laberinto circular... y ya se me olvidó donde está la salida.

Salomé.-

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal