Anoche...

Amigo,
Anoche tu miel se hizo negra y amarga.
Tus palabras, antes suaves, ahora fueron torpes.
Te morías de rabia y no era contra mí.
Quisiste regalarme algo amoroso y me dejaste con los pelos de punta!
Una escena tragicómica en realidad...
Hoy que miro el momento a distancia, me matas de ternura!
Cuanto te quiero Amigo Furibundo!
Salomé.-
1 Comentarios:
Debe ser interesante escuchar la parte no poética de esta historia. Aunque me encantó leerte.
Saludos.
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