viernes, octubre 27, 2006

Todas llevamos una Susanita por dentro...


Actualmente vivimos una etapa de la humanidad en la que se cuestionan los tradicionales roles de hombres y mujeres.

Los varones comienzan a permitirse mayor sensibilidad y vulnerabilidad, se entregan de un modo distinto a la paternidad y expresan incomodidad ante su cargo de "proveedor del hogar". Buscan una mujer menos dependiente en lo económico y emocional, más compañera, más pensante y menos "mamá-hija" como pareja.


Nosotras, sentimos el despertar de nuestras aspiraciones a desarrollarnos en el campo intelectual, económico y profesional, comenzamos a valorar la libertad y auto-dependencia habiendo sentido a veces de forma bastante dolorosa las "cobranzas" al ser mantenidas por nuestras parejas.

Ahora comienza a complicarse la historia... ¿qué sucede con lo que aprendimos, con esa escuela social y familiar de la mujer cuyas enseñanzas son: que debe traer look de "top model", que se queda en casa, que "calladita se ve más bonita", que en caso de ser empleada tiene un ingreso en la mayoría de los casos inferior al de los hombres, que aspira a tener un esposo exitoso a su lado que le ofrezca "status" en lo social y económico?. ¿Qué pasa con el hombre que ante la posibilidad de una relación, se ve presionado a enseñar currículum, estados de cuenta y árbol genealógico a manera de dote, esperando encontrar a cambio a una "Niña Bien" (bien bonita, bien portadita, bien hacendosita y bien sumisa)?. Comparemos la realidad con las expectativas... Resultado: frustración, confusión, baja autoestima y falta de comunicación ante las máscaras que se supone que usemos, entre muchas otras cosas... ¿donde quedan el amor, la empatía, el respeto y la auto-realización?.

Aún es común que al comenzar una relación, amigos y familiares te pregunten: "¿Y a qué se dedica este muchacho?" ..."¿Será de los Terán de Trujillo? Esos tienen mucha plata!" ..."Este hombre no te conviene, ¿qué puede ofrecerte?" ... "¿Y con qué te va a mantener mijita?". y a él "¿Y esta niña quién es?"... "No te vayas e enredar con una loquita ehhhhh?"... "¿Sabrá hacer quehacer?". HELLO? (o... ¿Jelouuuuu?) ¿Somos Seres Humanos o perritos de Pedigree?


Tratando de ser justa, admito que esta situación no es generalizada, pero hablando de la cultura latinoamericana... cualquier parecido con la realidad, no es mera coincidencia.


Como mujer, hablo un poco más por mi género. Todas llevamos una "Susanita" por dentro... este genial personaje del caricaturista argentino Quino, cuyo máximo en la vida es casarse con un hombre adinerado, tener muchos hijitos y ser "Señora de Sociedad". Chismosa, envidiosa, intrigosa, muy preocupada por las apariencias. Es un personaje que independientemente de sus buenas intenciones y la ternura que puede llegar a generar es un potencial productor de infelicidad, vacío y frustración para nosotras las féminas. Soñamos con un Príncipe Azul que nos rescate, nos convierta un día no muy lejano en Reinas y nos haga felices para siempre (nótese en quién queda la responsabilidad). No es necesariamente nuestro "lado obscuro"; como dicen en la publicidad de productos alcohólicos "Todo con medida". Es decir, está super bién tener una pareja de quién te sientas orgullosa y que te guste, es rico chismorrear, irse a una Plaza Comercial, cuidarse, darse gustitos y disfrutar de la vanalidad, ¿Cual de nosotras no ha gozado de un buén viaje astral al "Bote del Amor"?, así como también una de las cosas más hermosas que puede vivir una mujer es la maternidad (sin obviar que se trata de una gran responsabilidad y compromiso) lo que deseo exponer aquí es la importancia de no perderte a ti misma en esta partecita de la vida de una mujer que definitívamente no la define ni la hace más o menos valiosa.


Si te preguntas ¿Y después de ver esto, qué hago? Ya estudié, ya me casé con un hombre que me mantiene, ya tuve hijos, y sigo sin sentirme totalmente realizada... ¿Esto es todo?...¿Y ahora qué sigue?... Conocerte... conocerte en todos los rincones de tí misma que mantuviste en lo oculto. Hacerte preguntas como "¿Qué necesito?, ¿Qué siento?, ¿Qué estoy haciendo para que mi vida no me sea satisfactoria? ¿En qué soy buena?, ¿Qué me aporto y qué aporto a los demás? ¿Soy feliz? ¿Como puedo cambiar mi realidad?".¿Por qué no equilibrar a Susanita con Libertad y Mafalda?
Ser una mujer productiva, auto-dependiente y realizada, construir una relación de pareja que te llene, definitívamente requiere romper paradigmas, cuestionarse valores, vivir la vida "viviéndola" (valga la rebuznancia), no es fácil, puede ser doloroso y seguramente acarrea sacrificios sobre todo al comienzo, pero bien vale la pena intentarlo mientras tu corazón palpite y el cuerpo te responda.


¿Deseas saber exactamente cómo va a terminar tu vida o transformarla en toda una aventura?

Salomé.-